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Hoy platiqué con Armando, sobre un trabajo de dibujo de planos. Me desconcierta un poco no poder encontrar gente que esté dedicada al dibujo arquitectónico. Las cosas han cambiado en Ciudad Valles. Cada vez es más difícil cobrar un trabajo de este tipo. Tal vez la solución sea vender pasteles. O instalar una cafetería y vender pasteles y café. Antes había recibido palabras de aliento de Omar Sebastián y de Enrique, y una breve llamada telefónica de Marco Antonio. Curioso que hoy no estuve solo. Me he sentido solo, y no debe ser así. Por eso mi fuga hacia bares y los problemas que vinieron después. Un problema en mi interior, lo admito, me ha llevado a creer que la solución está en la compañía de los demás. Desde luego ayuda, pero no siempre hay tiempo ni tampoco ganas del otro para verme, debo entender bien eso. Aguantemos pues, que a pesar de todo, no estamos solos. Siempre habrá un lugar, tal vez los libros, la televisión, las religiones, las líneas telefónicas de ayuda. Pero no busque donde no le conviene.
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