Y nada más.
Quisiera saber dónde estás, estimado Paco. El fin llega pronto, creo que siempre es así.
No funcionó el haberme integrado a una asociación EXATEC. Estamos demasiado lejos, y hasta que no haya tecnología acorta distancias mejor que el teléfono del negocio de mis padres no funcionará ningún intento. Sentí mucha tristeza cuando supe que iban a celebrar una posada, y ni modo que vaya. Ni dinero, ni tiempo, ni una finalidad realista o práctica, o algún beneficio tangible, ahora que estamos en la civilización del pragmatismo, que de poco ha servido porque nunca como antes ha habido tanta violencia y crimen entre nosotros. Nunca como antes ha habido tanta desconfianza.
Paco, ¿dónde estás? A partir de aquel día las respuestas ya solamente serán mías.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario