Hace falta hacer conciencia. Estoy convencido de que la genética no perdona, y los latinos, los de la península ibérica y los mestizos de nuestra América, del Río Bravo hacia el sur, tienen una propensión natural al consumo explosivo de alcohol, sea cerveza o rompope de las Chaparritas Descalzas, o quizá de las Siete Hermanas de la Mezquindad, para el caso es lo mismo.
Mire, le aportamos este artículo.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/cronicas/cronicas-malos-tragos-infierno-del-alcoholismo/1044129/
Deje, como yo, de buscar ejemplos o justificaciones en James Bond o en los personajes de la película del Sr. Ripley, o en Out of Time (2003) de Denzel Washington. En el abuso no hay glamour.
Dos Méxicos.
La licenciada Sofi, del corporativo. Reunión en Milwaukee, y conferencia sobre los retos y oportunidades (¿siempre van juntos?) de la llegada de Mr. T. al poder. Lista la tarjeta AMEX corporativa y la reservación Business Class. Sea proactivo.
Sofi, la de la miscelánea. Don Eustaquio ya debe dos envases de caguama. Hay que decirle al vecinito, Noé, que vaya a buscarlo, él sabe dónde vive, y que le diga que no sea gandalla.
Una lee a Carlos Cuauhtémoc, la otra a James Ellroy, Philip Roth y Norman Mailer. Y me pregunto en este momento si no habrá ninguna diferencia, sino simplemente aceptar la vida como es, las cosas en su lugar.
Gracias.
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