miércoles, 9 de marzo de 2016

El multifuncional.

Esta semana pasará a la historia porque gasté una buena cantidad de dinero vía tarjeta de crédito, que tendré que pagar a partir de la fecha fatal 12 de marzo.
Resulta que compré unos cartuchos de tinta para mi multifuncional Epson que data del año 2006 pero que, modestia aparte, luce impecable hasta el día de hoy. En total la cuenta fue de 1196 pesitos.
Al querer echar a andar el aparato en cuestión, no imprimió más que el color azul. Los demás, negro, amarillo y magenta, nada más no. Una investigación rápida, y la información que saqué, fue que los inyectores fallan con frecuencia en ese tipo de impresoras multifunción. Además de que éstos deben destaparse con algún tipo de jeringa-sifón porque la tinta se vuelve betunosa. No se dijo más y ahora está con un proveedor de servicios de cómputo, muy confiable y capaz. Pero la persona que recibió mi fiel herramienta de trabajo, me dijo que a pesar de la excelente marca, una de sus características es que un tapón de tinta, atribuible a la falta de uso, puede dañar el mecanismo. 
Innumerables trabajos de dibujo arquitectónico, sobre todo subdivisiones de parcelas rústicas, que digitalicé primero en ilustración y luego en .dwg, con el escáner. Muchas copias de clientes que alguna vez me visitaron. Tantas impresiones a color que alguna vez presenté, con tramas y achurados. Sí gané dinero, alguna vez. Hoy tengo que esperar, el arreglo de mi periférico, y mejores tiempos.

Hoy.

Por instrucciones de mi padre, se cerró el negocio hoy a las siete en punto de la tarde-noche. Una lluvia muy intensa algunos minutos después. La ciudad sin taxis, como siempre es así. Pero no pasó nada en la caminata. 

Gracias.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

1 010. ¿Qué será?

 1 010. Nada. Así de sencillo. Ten paciencia, que algún día saldrá algo bueno para ti. Así me dijo Héctor Flores Azuara en un mensaje de tex...