jueves, 11 de septiembre de 2014

La lapicera roja.


Regalar algo, y no esperar que te regalen algo en reciprocidad, creo es una de las cosas más bonitas que puede sentir un ser humano. Dar al otro porque lo estimas, y es alguna manera de demostrarlo.
Hace algunos años, (que para los más jóvenes pasan con mayor peso, los adultos nos vamos estancando en el tiempo, hasta que se envejece, y al pasar del tiempo, te ves igual) le regalé a un sobrino una lapicera Spacemaker. Era la moda, la élite de las lapiceras entre los años 1992 al 2002. Sí, los años de la euforia del Tratado de Libre Comercio, de la crisis y la lenta y dolorosa recuperación, y los primero años del bono democrático de la alternancia. Y para finales de 2002 alcancé a comprar dos lapiceras Spacemaker, importadas, hechas en Estados Unidos, y todas con caja translúcida y tapas de varios colores. Yo escogí el azul marino y el negro.
Para mediados de 2003, le regalé la última a mi sobrino que en ese entonces tenía 13 años y con mucha ilusión y emoción empezaba sus estudios de secundaria en un colegio privado de Ciudad Valles. Él se quedaba en la casa, la de los abuelos, mis padres, porque su mamá vivía en Tamazunchale y las opciones educativas  eran mejores aquí, si es que el estudiante tenía dónde quedarse. Así fue.
Hoy, mi sobrino tiene 23 años, (los cumplió en julio) y hace poco nos llevó a los abuelos y a mí, en su pequeño y nuevo automóvil a un mandado, en un municipio cercano.
Tal vez está lejos el tiempo en que usó la lapicera Spacemaker. Tal vez la regaló, tal vez la perdió o se le rompió por el uso.
Pero yo todavía conservo la mía, en azul marino, llena de lápices eso sí, manía de Arquitecto. Pero me acuerdo y la satisfacción que queda de haber dado un regalo a alguien que estimas, es algo que te queda toda la vida, espero.

Hoy vi en Arteli una promoción. En la compra de una Coca Light de dos litros desechable, te regalan una lapicera roja con el logo de la famosa bebida. Hasta agotar existencias.
Espero no pensarle tanto para ir por la mía, lapicera que ya no necesito, pero que tal vez le puedo regalar a alguien.

Gracias.

1 comentario:

  1. ¡Woooow! Yo no hace mucho compré unas vía ebay. Las lapiceras Spacemaker eran un must en mis años de primaria y secundaria, y hoy, como buena maestra de primaria y arquitecta a medias (porque dejé la carrera trunca), tengo esa manía de tener lápices, colores, marcadores, etc. Y sí, los tengo en una Spacemaker roja!

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