viernes, 15 de abril de 2016

Pues ya.

Acabó lo que debió haber sido lo más importante de esta semana que ya se está yendo también.
Última actividad de una más de mis materias. Algunas tareas de Arquitecto, o quizá de mal arquitecto, arquitecto incompleto, arquitecto inoportuno, pero lástima, nunca lo dejaré de ser y tendré que pensar, hablar, dibujar, y sufrir en consecuencia. Es lo que soy. Y a pesar de todo, sigo sintiendo esa insatisfacción, vacío, y los recuerdos de las noches que ya se fueron, de mal sueño, de intermitencias, de soledad, preocupación, dolor, y cierta convicción en lo que uno es, en seguir caminando, a pesar de las lágrimas, las carencias; a pesar del qué hubiera pasado si esto o lo otro, sí, a pesar de todo.

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