martes, 15 de septiembre de 2015

El desánimo otra vez.

Me siento engañado por un trabajo que debía estar listo hace ya varios días y no puedo terminar. Diagonales capricho de las vialidades, que dificultan la estructuración y la propuesta constructiva.
Al menos debí haber cobrado el triple de lo que prometieron pagar, porque todavía no hay nada.
 
Por otra parte, muy mal el día de hoy. Me gana el miedo. No puedo ir a Arteli por cosas que necesito, indispensables para la vida como pan bimbo, jamón de pavo fud y galletas.
Lo bueno del día. Una plática con el ingeniero Dorantes, que me dio una sonrisa y una esperanza que duró 5 minutos. Me comentó algo así como que yo era un buen arquitecto, pero al último no le creí.
 
Gracias.
 
 
 
 

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