¿Qué explica el horror que
vivimos en nuestros días?
Puede ser una agenda para
sembrar el odio entre nosotros. Es emblemático, paradigmático y arquetípico el
Genocidio de Ruanda de 1994. Estoy convencido de que debe de haber algo que
motive la violencia. Es que odio siempre ha habido. Miedo, también. Pero lo que
no acepto es que se siembre más odio, y se difunda más miedo. Mientras tengamos
una sociedad injusta, donde los recursos simplemente no han alcanzado para
todos, porque precisamente no se ha generado o no se ha querido generar
suficiente riqueza, los riesgos son mayores. Al mismo tiempo, tener un sistema
de gobierno que no puede y no quiere erradicar la corrupción, la ineptitud y la
falta de resultados en asuntos como la calidad de los servicios públicos, la
seguridad, la impartición de justicia, que no injusticia, o la prosperidad,
representa un riesgo mayor para la violencia. Se pueden cambiar las cosas, sí,
con información y educación. La confianza en las instituciones se refuerza,
recuerdo la idea de Roberto Madrazo, tal vez el último priista impragmático de
nuestro tiempo, con certidumbre.
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