Hoy fui a la Sucursal de Banco Santander. Mucho calor y un lleno que nunca había visto.
Pagué una anualidad de tarjeta de crédito y luego saludé al contador Alejandro Maldonado, ejecutivo de cuenta y amigo.
Pienso en el tiempo que no alcanza y en los sueños. Anoche, debió haber sido de madrugada pues desperté como a eso de las 4 a.m., sintiendo que el reloj no iba a avanzar, me encontré en la explanada-cancha de básquetbol del Instituto Motolinía, secundaria y prepa de mis peores días. Vi a Javier G., profesor de grupo, licenciado en sociología y maestro en ciencias sociales por alguna universidad para profesores, a las que les dicen de formación docente, en Ciudad Mante,Tamaulipas, y si no has escuchado el término, entonces nunca has estado en Tamaulipas.
De repente perdí una colorera, a las que les dicen "pencil case" en estos horripilantes últimos años, y si no has escuchado el término, no vayas a venir de Marte. Era rectangular, hecha de aluminio, en tonos de azul y metálico. En el desconcierto, veo a mucha gente, y escucho algo así como un fantasmal viaje a McAllen Texas para comprarla. Cuando me doy cuenta que estoy exagerando, despierto.
De repente perdí una colorera, a las que les dicen "pencil case" en estos horripilantes últimos años, y si no has escuchado el término, no vayas a venir de Marte. Era rectangular, hecha de aluminio, en tonos de azul y metálico. En el desconcierto, veo a mucha gente, y escucho algo así como un fantasmal viaje a McAllen Texas para comprarla. Cuando me doy cuenta que estoy exagerando, despierto.
Pronto recordaré más y regresaré. Gracias.
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