sábado, 31 de marzo de 2018

712. Sábado 31 de 03 de 2018.

712.
La Metarrealidad.
No me pregunte cómo llegue a saber del grupo Die Antwoord. Tranquilo. Ya había visto su nombre en alguna parte, es que tampoco vivo en otro planeta. Pero no sabía nada de ellos. En uno de esos recorridos visual-musicales por el universo de Youtube, veo esta imagen. En otro cuadro, los habitantes de la vivienda: madre, padre, hijo adulto, hija adolescente. Rubios y hablando un idioma gutural, con subtítulos en inglés. Debe ser alemán. Los dos jóvenes en bicicletas de niño del primer cuadro, embozados, me hacen pensar en algún homenaje a los luchadores nacionales. No. La verdad es que el calor es lo que obliga, no el deseo de ser Blue Demon. La pregunta que no me puedo quitar de la cabeza ¿qué es esto y dónde lo han filmado?
Resulta que es un videoclip de música electrónica, el género al que pertenece el dueto ya mencionado. Híjole, el nombre me sonaba a Heavy Metal. Ya ve.
La familia no es alemana y es ahí donde se revela la segunda incógnita dónde. Son afrikáneres, esto es, descendientes de neerlandeses (Países Bajos, Holanda y anexos, para ubicarnos mejor), que fueron aplastados por los británicos, que después integraron la Unión Sudafricana, pero ambos grupos siguieron coexistiendo hasta nuestros días. Para 1931 alcanzó su independencia del Reino Unido, y fue forzada a salir de esa organización llamada Commonwealth hacia 1960, debido al referéndum, más bien forzado debido a que  a quien le convenía más que se saliera de la mancomunidad era a los británicos, por asuntos tan incómodos y desprestigiantes como la matanza de Sharpeville, primero, el arresto de Mandela después, y en general las aprobación de leyes que derivaron en el Apartheid. Fue cuando se estableció entonces, hacia 1961, una República, forma de gobierno vigente hasta el día de hoy.
Entonces la fachada urbana que estoy viendo está en algún lugar de Sudáfrica. Contrario a lo que pensaba al principio, el video clip no fue filmado en Ciudad Juárez, Chihuahua, Monterrey, Nuevo León, Mexicali o Tijuana, Baja California. Es que  veo el mismo cielo azul plomizo sin nubes, el mismo suelo polvoriento, los mismos chiquillos emulando a Blue Demon, las mismas fachadas horizontales de los desarrollos inmobiliarios que he visto en fotografías o noticieros, porque la verdad no he viajado tanto. Los mismos perfiles de ventanería, la puerta bandera de madera de pino, el espacio al frente para un automóvil pequeño, una cochera sin techar, porque así sale más barata la casa, en serie, y personalizada en el área de escaleras, en verde pistache, amarillo, rosa pastel, azul turquesa, colores netamente mexicanos, de alguna conocida marca de pinturas nacional.
Mi intuición y mi limitado conocimiento sobre la tipología arquitectónica me dicen que este proyecto fue transplantado desde nuestro país a Sudáfrica. Sigo investigando y sé entonces que el dueto Die Antwoord es originario de Ciudad del Cabo. Una metaciudad, porque termina siendo el reflejo de las nuestras, es el adelanto del futuro. Hoy, en ese lugar, no puedes usar más de 50 litros de agua por día. Si te pasas, te multan con 700 euros. En casa de mis padres he visto consumos de 800 litros por día. Vivimos tres personas bajo el mismo techo. ¿Sucederá en nuestro país en algún momento? Seguro que sí, porque contamos con los mismos ingredientes para la receta, pero aquí los estamos cocinando más lento.
Apunte la fecha, puntual pero no fatal: 11 de mayo de 2018. Si para entonces no ha llovido en Ciudad del Cabo, se cerrarán los grifos indefinidamente, y usted tendrá que ir a hacer fila a uno de los puntos de distribución, e ir por su ración de 25 litros de agua por día. Un total de 180 puntos para surtir a 20 mil solicitantes cada uno.
Una combinación de sequía, mala planeación urbana y corrupción. No lo digo yo, pero me hubiera gustado. Urge construir obras hidraúlicas, como presas, mecanismos de captación de agua de lluvia, pozos profundos y sistemas de bombeo, pero no hay dinero porque los políticos se lo robaron, así lo dice un académico sudafricano, con más claridad y valor que cualquiera de sus pares mexicanos. Es Anthony Thurton, del Centro de Administración Ambiental de alguna universidad de la República Sudafricana. Lea el artículo completo en  https://elpais.com/elpais/2018/02/09/planeta_futuro/1518177674_391436.html
Ciudad del Cabo es un reflejo de lo que muy pronto veremos en Ciudad Juárez, Monterrey, Mexicali o Tijuana. Se ha empezado a dibujar en  la visión de las fachadas de sus viviendas, con sus puertas bandera de madera de pino, y volúmenes resaltados multicolor. En el paseo que dan esos  jóvenes en bicicleta de niño, que copian a Blue Demon, bajo ese cielo azul plomizo sin nubes.
Mientras termina de cristalizar, sea Zef y escuche la buena música de Die Antwoord.
Saludos.

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