Sueño.
Cuando me dijo "ahí la llevamos" pensé que era una afirmación positiva. Terminó siendo sarcasmo de la crueldad más elevada.
Y es que tiene toda la razón.
Se nos pasó el tiempo muy rápido, y mira. Sueño, porque no duermo, y no lo hago porque me la pasaré soñando el hubiera, el qué hacer, el que tal, las alternativas. Y lo peor de soñar así es que agota.
Y duele, y ni hablar.
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