martes, 6 de octubre de 2015

Lo que no conozco.

Fue el sábado pasado que comencé a ver la película Bienvenido Welcome de Gabriel Retes. Ya la había visto como estudiante en el TEC, completita. La última vez llegué a unos veinte minutos y tuve que echarme a dormir.
 
Puede tratarse de uno de los ¿dos o tres? grandes filmes de ese proyecto integral del Estado Mexicano: económico, político, social, cultural, arquitectónico incluso, que fue el Salinismo.
Al Salinismo le faltó tiempo, recursos, honestidad, y sobre todo más énfasis, malicia inclusive, de tipo creativo, de parte de guionistas y productores, porque actitud y esas ganas de tener un México nuevo y moderno,  sí había.
 
Las otras dos grandes películas del Salinismo fueron, sin duda, Sólo con tu Pareja, de Alfonso Cuarón, y la otra fue, Kino de Felipe Cazals. Las tres adolecen de una buena dirección, fotografía y sonido, aunque se pueda molestar Emmanuel Lubezki en Sólo con tu Pareja, con todo y su Oscar en la otra película gringa Gravedad.
Pareciera que el cine digital y el dinero han resuelto todo eso últimamente.
Volviendo a Bienvenido... valdrá la pena reflexionar lo que no pude en mis años de escuela. Es una historia que trata sobre el proceso y el tema como tal, de la creación, incluso de las dificultades que se dan para completarla.
Por eso la creación, que es la película dentro de la película, no importa tanto de qué se trate, por eso la vemos en inglés y sin subtítulos. Aunque la pronunciación y diálogos con nivel de clase de primer año de secundaria en colegio privado son evidentes y chocantes a ratos, de todos modos hay que celebrar el esfuerzo de Retes de poner el cine a otro nivel. Centrarse en consumar la creación, así se tenga que recurrir a medios cuestionables, como el asunto del extravío de una obra de arte, la cobranza del seguro y la aparición de un investigador que sí lo parece, sacado de otra película de John Bailey.
 
En algún momento aparece el tema del VIH, punto de confluencia con Sólo con tu pareja. El contagiado es el hombre y la fuente de contagio una mujer. El énfasis en que la modernidad tiene acaso su precio, y que la celebración de una era Salinista de prosperidad y festividad tenía que hacerse de manera recatada, sin arrebatos y guardando siempre las buenas costumbres.
 
Y aunque estuve convencido durante años de que para un varón era virtualmente imposible obtener el VIH de una relación hombre-mujer, y que acaso esa fuente de contagio era una señal más de ingenuidad y preservación de paradigmas, me documenté y aprendí que sí, que sí es muy probable para un hombre contagiarse de VIH a través de una mujer infectada, aunque en menos grado que otros padecimientos.
 
De cualquier manera, hay que esperar la vuelta de Bienvenido...y ahora sí, verla completa, recordando esos años de crecimiento cultural, arquitectónico, de infraestructuras sobre todo en las carreteras porque el mexicano no viajaba en avión como diría el politólogo Roderic Ai. Camp, y de un optimismo que de un día para otro se acabó, y de una inocencia también, que incluía paradigmas de pareja y relaciones, que tampoco son concebibles en el imaginario actual. Valdrá recordar a Ellroy.

Ya existían ciertos rasgos que dominan la vida en la actualidad, sin adjetivos ni maniqueísmos,  solamente eran más difíciles de hallar.
 
Gracias.
 
 

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