Son las 0:48 horas.
Despierto. Alcanzo a ver trazos de la película "Prueba de Vida" con Meg Ryan y Russell Crowe. La primera vez que la vi, el sueño no me dejó terminarla. Creo que nunca pasará. Un paralelismo. En la pantalla de la televisión, es la ficticia República de Tecala, una guerrilla marxista, secuestros y asesinatos.
Aquí en México empezaba a padecerse ese terrible flagelo de la inseguridad, aunque en ese entonces, Monterrey era una suerte de paraíso de la paz y tal vez de la ingenuidad. La violencia no pasaba de manifestarse en la forma de malos modos y ataques de neurosis, casi siempre en taxistas.
Hoy México ha pasado de ser la sede universal de la democracia todopoderosa encarnada en ese sistema filosófico o delincuencial, usted dirá, llamado Foxismo, a una tierra de odio, rencor, ilegalidad y sobre todo, miedo. Los límites al mal en este país habrán de ser nuestra propia imaginación y el cielo mismo. Creo que las últimas noches he interrumpido mi precario descanso por balazos de rifles automáticos y el estallido de granadas de mano, a menos de dos cuadras de mi recámara.
Igual y son pesadillas que yo mismo me causo por ver cine tan violento como el de hace un momento.
Vienen los pagos de Cablemás y de luz. Tendré la misión especial de ir al CFEmático a pagar una cuenta que no tiene recibo. A perder lo menos, una hora que no tengo. Suerte, Juan.
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