El recuerdo de Silvia Pinal es difuso, pero las asociaciones llegan rápido: Luis Buñuel, Enrique Guzmán, el teatro, Televisa y una de las más exitosas series supuestamente basada en casos de la vida real. A mi entender, un genial equipo de escritores de las más variadas ficciones.
Veo Las Mariposas Disecadas. Leo y encuentro a Sergio Véjar, director y guionista. Una historia bien difícil. Surrealismo. Preciosismo. Búsqueda de significados, y una larga espera hacia el final que no llega. Llevo varios intentos y no termino de ver la escena de la estatua de un pequeño ángel pintado en oro. Hay que insistir. Es que esta obra es del tipo de La Casa del Pelícano. Según he leído en algún lugar del amplio universo electrónico, donde el drama no da lugar a un final feliz, sino a la tragedia. Tenía que ser, entonces, poco comercial. ¿Qué méritos encuentro? El hecho mismo de la narración. La estructura no convencional. La iluminación, la ambientación. Pueden mejorar los diálogos y eso que siempre noto que falta, una visión de ciudad.
Gracias.
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