1. Me dio mucho gusto haber pagado el servicio de Cablemás el día de hoy. En la corta fila me encontré con un vecino de hace muchos años. Lo conozco desde muy niño, cuando ayudaba en la papelería de mi mamá y él compraba, según alcanzo a recordar, pliegos de papel Bond, marcadores EsterBrook, muy caros eso sí, porque no había otra marca, bicolores y lápices Berol Turquesa. Creo que se llama Luis, y de cariño, tanto vecinos, como amigos y conocidos le dicen Luisito, quien ya debe rondar los 70 años. ¿En qué trabaja o trabajaba Luisito? Como dibujante en la procuraduría del estado, eso me dijeron alguna vez. Yo admiraría ese hecho, porque después de titularme como Arquitecto, nunca aprendí a dibujar. No sé, y tal vez nunca lo sepa, porque no le tengo confianza a Luisito para preguntarle, pero en algún periódico de la ciudad, leí el comentario de un periodista que afirmaba que precisamente este buen hombre es Arquitecto titulado por la UNAM y con estudios de maestría en Bellas Artes, de aquí deduzco su habilidad para el dibujo. Desde aquí va un saludo para un vecino muy decente, siempre educado y amable. Es lo que se nos ha acabado tantos años después. Extraño esa vida que viví en una bonita Calle Madero, de la que ya no queda nada. Hoy fachadas muy deslucidas, polvo y sí, tristeza, también. Pero hay que caminarla, para llegar, cada mes, a las oficinas de Cablemás a pagar.
2. Mi próxima actividad debe ser la deconstrucción de Jordan Belfort, el lobo de Wall Street. Anoche la vi hasta tarde. Empiezo con la frase genial del protagonista "Quiero que me vendas esta pluma". Yo respondería con esto que me he repetido una y otra vez, incluso antes de ver la película: "Esto es lo mejor que hay en el mercado. No hay otra cosa igual a la hora de escribir. Esto, es lo más bonito que hay." Es lo que siento, cada vez que uso mi fiel bolígrafo Zebra F-301, el de acero. Compre uno, donde quiera porque yo no los vendo. Y ya no le sigo porque me he vuelto a acordar de la pequeña papelería de mi mamá, donde no se vendían F-301s porque creo que todavía no los inventaban. Pero había más cosas, buenas, bonitas y baratas.
Gracias.
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