Me vence el miedo, pero no me derrota. No es lo mismo.
En la tele veo a la directora nacional de responsabilidad social de Cemex. Usa términos como palancas de valor, paraguas de responsabilidad social, enfoque reactivo versus enfoque proactivo, clientes externos y clientes internos, transparencia institucional, entendimiento sistémico...¿dónde he escuchado eso? Es que los conceptos que antes pertenecían a un grupo de estudio o institución, hoy son territorio común.
Creo que al menos en parte, las palabras, más todavía en la fonética que en el significado, nos subordinan.
Antes, una conferencia especializada en el Tecnológico de Monterrey.
Hoy, en un programa de televisión en uno de los cincuenta canales del paquete básico de cable, o en un breve video de Youtube, escuchamos y vemos:
El reto de superar las expectativas de los clientes. El Marcador Equilibrado y tu empresa. Compañeros: es tiempo de planear, hacer, verificar y actuar.
Adopte un enfoque holístico.
El outsourcing es eso: haz tu trabajo y déjanos a nosotros hacer el resto.
El nuevo evangelio es éste: sea proactivo y piense en términos de sistemas.
Encontrar el balance entre familia y trabajo, el reto de las organizaciones.
¿Y si no tengo familia? ¡Ah! Que la chingada...
Estoy en el deslave de la ciudad de Tijuana, y mientras tanto, en mi Ipad estoy tomando mi curso sobre Seiri, Seiton, Seiso, SeiKetsu, y Shitsuke. Clasificar, Ordenar, Limpiar, Conservar y Tener Constancia, la más difícil es la última.
Miro a mi alrededor en la Colonia Lomas del Rubí, y regreso a la pantalla.
Escucho hasta el cansancio a una locutora en la radio hablar del enfoque al cliente, la mejora continua y la transparencia institucional, mientras el autobús que me va a llevar al puerto de Tampico, donde tengo una urgente cita médica, está retrasado, porque parece que lo asaltaron. No nos quieren decir nada.
Leo en el periódico de mi ciudad, la única fuente de lectura para miles de familias aquí, una nota sobre Tips para una Comunicación Efectiva. Al rato quiero reportar que no me llegó el estado de cuenta de la tarjeta de crédito y me quedo esperando en el teléfono, holding my call...de música de fondo la Tercera de Beethoven. Adivinó. ¿Sí adivinó, verdad?
Y luego me acuerdo de Raúl Velasco. Él nunca nos habló de los 14 principios de Deming, ni de la jerarquía de las necesidades humanas plasmada en la pirámide de Abraham Maslow, ni de la Manufactura Esbelta (hoy le dirán Manufactura Ágil porque le tienen un pinche miedo al CONAPRED)...Y sin embargo, las ciudades estaban más limpias, la gente de la calle era más amable, y las familias, antes, teníamos tiempo para juntarnos, al menos una hora a la semana, todos, sin falta, para ver juntos Siempre en Domingo.
Pero ya me dirán una y otra vez: no eres lo suficientemente proactivo y no has pensado lo suficiente en términos de sistemas.
¿Qué debo entender? ¿Hacia dónde ir? Pienso en un cúmulo de errores, en dos o tres acciones que ayudan, pero no redimen.
¿Cómo, pues?
Llega la idea de escribir un cuento basado en una experiencia de mi niñez. La memoria insiste, cada vez más. Los retornos a veces son la única alternativa.
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