sábado, 25 de noviembre de 2017

651. Historias de la arquitectura contemporánea, 25/No/17.

Hace algunas semanas, pagué ocho días de un anuncio en el periódico que más se lee en Ciudad Valles. Así decía:

"Se dibujan planos en AutoCAD. Arquitecto titulado. Celular 481-113-07. No mensajes."

Hoy precisamente llamó una mujer. Me extrañó mucho que hiciera referencia al clasificado, pues tenía ya tiempo que había desaparecido de circulación. 

Mi experiencia me ha dicho, que el tono de voz de la gente, y en general la manera en que se comunica y se conduce hacia uno, dan una idea del nivel académico y precisamente socio-económico que puede tener. Otra variable que se podría intuir con el tono vocal de alguien que te llama por teléfono, sería, de hecho, un rango de edad.

Estoy seguro que estaba hablando con una persona que al menos tenía un bachillerato terminado, de entre veinticinco y treinta años de edad, y de un estrato medio bajo a medio. Una gente de mediana preparación y con ciertos alcances económicos, como tener un teléfono celular, por ejemplo.

Ella: Buenas tardes, llamo por el anuncio del periódico. Lo que pasa es que necesito un plano de mi casa ¿Cuánto me va a cobrar?

El arquitecto: Sí, buenas tardes. Pues le cobro alrededor de 15 pesos por metro cuadrado de construcción. Por ejemplo, si la casa tiene cien metros cuadrados de construcción, el trabajo le sale en mil quinientos pesos.

Ella: ¡Ah! Sí. Pero...bueno, sí está bien. ¿Y para cuándo estaría?

El arquitecto: Mire, no hay problema con eso, yo se lo tengo para mañana mismo, nada más déjelo pagado, yo le firmo un recibo y mañana a esta misma hora puede pasar por él.

Ella: Sí, está bien. ¿Oiga, entonces cobra 15 pesos por metro... cuadrado? Pero ¿le puedo hacer una pregunta?

El arquitecto: Sí. Dígame usted.

Ella: Sí mire. ¿Qué significa...metro cuadrado? Es que...yo no sé nada de eso.

(Una pausa larga, muy larga, muy larga).

El arquitecto: Mire, señorita, olvídelo. Le voy a cobrar mil pesos. Pase por mí, aunque sea en un taxi, y vamos a ver la casa, yo hago la medición y el plano arquitectónico. Nada más déjelo pagado. Yo le firmo un recibo, no hay problema con eso. 

Ella: Bueno, está bien. Oiga ¿y le puedo hacer otra pregunta?

(Otra pausa, más laaaaaaaaaarga aún).

El arquitecto: Sí, señorita, adelante, dígame.

Ella: Entonces...es que...¿entonces usted NO cobra de acuerdo a la superficie de la vivienda?

(Ahora otra pausa, esta vez breve).

El arquitecto: Disculpe, tengo que colgar.

Y me pregunto si solamente a mí me toca tratar con gente así.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

1 009. El IEV (Instituto Electoral Veracruzano) y el OPLE Veracruz.

 1 009. ¿Cómo se cambia el nombre de una institución sin reformar la ley? Me explico. Después de la reforma constitucional en materia políti...