Tristemente, y querer no es poder. Sí aumentó mucho mi calificación en el examen, pero no fue muy buena, por decir lo menos.
Lo que he aprendido y con lo que me voy a quedar: que las cosas no están fáciles. Luego, que nunca hay que menospreciar los retos. Que las lecciones, cuando nos pegan, pegan fuerte y son duras, y a veces es mejor así. Seguro que no vuelvo a ver la vida como lo había hecho hasta el jueves, que presenté por vez primera el examen y que me llevé la gran sorpresa.
Urgen ambiciones, retos y más dedicación.
Gracias.
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