martes, 25 de agosto de 2015

El detonador fue...

Entonces me llamó y me dijo que necesitaba una impresión del último proyecto, pero con una condición: había que eliminar la planta alta, debido a que ésta se construiría después. Algunos minutos después de revisar el plano arquitectónico en la pantalla de la computadora, pensando al mismo tiempo en cómo adecuar las isometrías de la instalación sanitaria y del agua fría y caliente, me encontré con un error en el corte longitudinal de la construcción, que había a su vez generado otro error. Me explico. El trazo de la escalera estaba a la inversa, y eso había provocado que el medio baño de la vivienda estuviera en el extremo equivocado de la rampa de  peldaños.
Suspiré y me dieron ganas de llorar. Había cometido lo imperdonable y seguramente, alguien sin mucha prisa se daría cuenta, y el plano no sería autorizado.
En la práctica ¿Qué hubiera pasado? el maestro de obra no hubiera puesto mucha atención a los planos y el proyecto no hubiera tenido ninguna complicación. Pero el sentimiento de culpa aflora, y me pregunté si alguien como Frank Lloyd Wright, Herman Hertzberger o Louis I. Kahn nunca se habrán equivocado al dibujar una planta arquitectónica o un corte y anden por ahí, bajo su nombre, los planos o los bocetos de los errores que se cometen, a veces por un mal día, a veces porque nos invaden otros compromisos, a veces por el hartazgo, el desánimo o el deseo de estar en otro lugar haciendo otra cosa. Cualquier razón, no tiene cabida y creo que la lección me va a durar muchos, muchos años.
 
 
Anoche, pasadas de las 8, descubrí la serie "Fear the Walking Dead". Vi el primer capítulo y no estuvo nada mal. La ciudad de Los Ángeles, con eso de la sequía, las drogas, la inseguridad, la recesión económica, o tal vez por el calor, la niebla tóxica, el malestar y la apatía de los que habla James Ellroy, se vuelve el epicentro o la zona cero, del virus zombie. Los Ángeles se convierte, entonces, en  algo así como La Gloria, Veracruz, municipio de Perote, donde comenzó la pandemia de influenza del 2009-2010. Con lo que no contaban los realizadores de esta serie post apocalíptica es con que ahí viene Donald Trump, y entonces, la recesión económica, la inseguridad, la niebla tóxica, el malestar y la apatía, serán cosa del pasado.
Seguirá habiendo drogas, calor, y tal vez seguirá la sequía, pero el virus zombie tendrá su vacuna, y ésta, se apellida Trump.
Así que no hay nada que temer y disfrutemos "Fear the Walking Dead", los domingos a las 8 p.m. en el canal AMC, 730 de cablemás.
 

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