Itinerario.

Lugares de la ciudad. Un rato en el Hotel Misión de Ciudad Valles. Cuadros al óleo que no había visto. Un paisaje urbano en azul, me recuerda a Nueva York antes del 2001. Me recuerda también la primer película de Snake Plissken. Luego fui a Carnitas Jalisco. Sospecho que no pertenece a la misma empresa de Carnitas Castillo. Me muestran el menú gentilmente. Hay sandwiches, hamburguesas y quesadillas, además de los platos de carnitas, obvio, con tortillas de maiz. Una barmaid muy, muy jovencita y tímida. Un encargado muy amable, que me saludó gentilmente y se presentó como Ulises, o el wero, para los amigos. Me despedí.

Otro lugar más, de triste presencia, y de ahí a La Feria. Fue cierto lo que presumía. Mucha oferta y poca gente para comprar, comer, pasear. Una cerveza que no terminé en el Black Jack, no encontré a Valerio. En La Mansión saludé a Gerardo, a Mario y al barman estrella, Arturo. Excelente. Eran las tres de la mañana y no quería irme.

No quería regresar a la casa y no sé por qué. Muchas desilusiones, decepciones y expectativas que no puedo cumplir, y que cada segundo que pasa me acaban, me hacen polvo, me anulan.

Una amiga mía me dijo hace algunos años "todo se supera Juan".

Espero que este malestar que traigo acabe. No sé si es depresión, o decepción. Pero el dinero no llega, mi profesión se vuelve un lastre y la desesperación está a punto de ganar por una pulgada o dos.