Hechos y necesidades.

Un hecho de la vida: nunca dejas de ser Arquitecto, aunque tu vida te lleve por otros caminos. Por eso he decidido usar la etiqueta "Arq. Juan..." en la bandeja de salida de mi cuenta de e-mail.
Así le pasó a Héctor Benavides que gracias al cielo fue mejor comunicador que arquitecto, a Pedro Armendáriz Jr., que fue mejor actor que arquitecto, o a Pedro Ramírez Vázquez, que fue tan buen Rector de una universidad (la UAM, no tan cercana a mi corazón pero bueno) como arquitecto, a Fernando Belaúnde Terry, presidente de Perú, que espero haya sido tan buen presidente de Perú como arquitecto. Hay que notar que cuando se referían a Don Fernando, no le decían "El Presidente" sino "El Arquitecto". En fin.
Claro que no está entre mi proyecto de vida ser jefe de un cártel de drogas y político mexicano (tan lejos tan cerca), para que luego digan "híjole ya viste, es arquitecto y anda de narco", o "híjole, ya viste, es arquitecto y anda de político", nada sería más vergonzoso.
Puedo ser director de una empresa, o de un canal de televisión, o de una constructora, o de un departamento académico de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, esto último no me haría más feliz.
Puedo ser lo que yo quiera.
Mientras tanto tengo algunas necesidades: ciertas compras como toallas de papel, Bounty o de la marca que sea, un cinturón talla 34, pues estoy bajando de peso, pero no se alarmen, aunque no estuviera bajando de peso, el desgaste del actual es evidente y no es motivo de pena. Además de pagar el Cablemás. También necesito ser un poco más feliz.

Paisaje urbano.

En el Bar Casino de la Avenida Pedro Antonio Santos veo una marquesina que luce nueva. La cervecería Modelo, a través de su marca más famosa, Corona, anuncia el nombre de este bar, tal vez el más antiguo de esta ciudad, con unos sesenta años a sus espaldas, con el mismo nombre y en el mismo lugar. Durante muchos años, este establecimiento fue distribuidor exclusivo de la otra marca, la Cuauhtémoc Moctezuma. Tal vez el cambio no es reciente, tal vez , pero no hay a quien preguntarle.

También he visto un museo de algo que parece ser cultura popular en lo que fueron las instalaciones una excelente estación de radio de la ciudad, que no cerró, se cambió de lugar. Algún día de estos tendré que ir de visita.

Error o cesión.

En sesión extraordinaria, el Consejo General del INE acaba de decretar lo que llamó "la inaplicabilidad" de un artículo (el 92 para ser más precisos) de la Ley General de Partidos Políticos.
En pocas palabras, que si dos o más partidos políticos quieren ir en coalición, deberán informar al Consejo General treinta días antes del inicio de las precampañas. Esta regla ya estaba en el extinto COFIPE, al menos desde el proceso electoral de 2011-2012.
Al menos el INE ha decretado "la inaplicabilidad" de la ley, en el ámbito local.  El motivo lo sustentan en un artículo transitorio de la Constitución Política de los Estados Unidos, con motivo de la Reforma Política Electoral de 2013-2014. Pero la raíz de la declaratoria de "inaplicabilidad" está en, afortunadamente, una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en base a un recurso interpuesto por un partido político.
El Consejo General del INE no es una instancia que pueda decretar por sí misma la inaplicabilidad de una ley o un reglamento, o declarar o no la constitucionalidad o inconstitucionalidad de un artículo. Aunque algunos mentecatos Consejeros Electorales hayan dicho "se nos pasó", y otro más mentecato Consejero Electoral haya dicho "El Tribunal pudo haber ejercido plena jurisdicción"; ellos por sí mismos, están para aplicar la ley tal como está, al ser autoridad administrativa, no están para otra cosa más.
Qué bueno que digan "se nos pasó", y hayan permitido que el TEPJF dictara la sentencia correspondiente.