jueves, 11 de abril de 2013

Dos veces decir que no.


El pasado martes ya había quedado con Marco de salir un rato a la cafetería Villa Margarita, en la Avenida Juárez, un bonito lugar de nuestra ciudad. Cuando le llamo, me dice que no le han pagado un contrato pendiente desde hacía varios días. Yo le contesté que como habíamos quedado, yo invitaba. Quedamos en vernos a las 7.00 pm. Yo contaba con algo de dinero. Pagué la cuenta y de ahí fuimos a conocer el Restaurante La Leyenda, sobre Avenida Morelos. De fuera aparenta ser más grande. Es una antigua casa de bajareque (mezcla de carrizo y barro), en la zona que es el corazón de nuestra ciudad, el sector de Las Lomas y Los Filtros. La vivienda se remodeló con piedra de corte, vigas de madera, teja de barro y una iluminación bastante agradable y un mejor y muy amable servicio. 
Al día siguiente el remordimiento. Sucedió que hace como dos años, muy temprano por la mañana, me pidieron un plano  de subdivisión y me aseguraron que era para un proyecto productivo y que precisamente ese mismo día vencía la convocatoria y que era el único papel que les faltaba. Yo los mandé con un buen amigo, el ingeniero civil Bernardo, que fueran a su casa y que en ese momento les hacía el plano. Yo estaba en el negocio sin manera de hacerlo. Los señores se fueron y cuando llamé a Bernardo el me aseguró que jamás le llamaron ni fueron a verlo. A veces hay que saber decir que no, cuando salen ese tipo de cosas "solamente me falta ese papel y es para hoy". La gente termina no haciendo nada, o se desvanece como humo, y así se desvanece esa urgencia  y terminan diciendo "ya lo pensé bien. Mejor el año que viene ingreso el proyecto". La segunda ocasión fue cuando recibí una visita de un contribuyente al que le habían pedido copia de una licencia de construcción, y a falta de ésta, copia de un croquis o plano de la obra. La dependencia fue tránsito municipal, a fin de sustentar el otorgamiento de un apoyo por las maniobras de un trompo para colado. Yo me pasé buena parte de la noche trabajando. Al día siguiente no pasaron por el documento, Debí suponer que los plazos tan perentorios no son buena referencia para emprender un trabajo o proyecto de un tercer interesado.
También debí haberle dicho no a mi sentido de compromiso, pues gasté mucho dinero ese martes y para recuperarlo...
Gracias.

ADENDUM.
Ya lo dijo en el estado de Guerrero Manuel Mondragón y Kalb. Si hay un disparo de arma de fuego nosotros no fuimos. 
Que tristeza siento al escuchar esas cosas. Es el doble lenguaje de los políticos profesionales. Traducción "va a haber balazos y los vamos a fregar". Pobres maestros.

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